Sismólogos cubanos dijeron en la ciudad de Niquero, provincia de Granma, que los proyectos para prevenir desastres, sobre todo evitar o minimizar muertes humanas, están entre los éxitos del ramo en los últimos 15 años.
En un taller efectuado en esta localidad, los especialistas recordaron el terremoto ocurrido el 25 de mayo de 1992, con epicentro cerca de Cabo Cruz, y afirmaron que tal sacudida generó el primer gran reto para el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS).
Este había sido creado el tres de febrero de 1992, a 60 años del cataclismo más severo del siglo XX en la Isla, el cual afectó a gran parte de la ciudad de Santiago de Cuba.
Entre los resultados de la institución, citaron la confección de catálogos sísmicos del país y áreas cercanas, la modernización del Servicio Sismológico Nacional con tecnología digital, y el estudio del riesgo en varios municipios.
Igualmente mencionaron la preparación comunitaria de localidades bajo multiamenazas, e investigaciones sobre vulnerabilidad y peligros de ciudades y otros lugares.
Olearys González, director del CENAIS, señaló que Cuba pasó del manejo de desastres al de riesgos, con el objetivo de reducir al mínimo los efectos de fenómenos inevitables.
Dijo que el país tiene una red de ocho estaciones digitales asistidas con personal, donde se registran los eventos fuertes ocurridos en cualquier parte del mundo, además de medianos y pequeños, imperceptibles para la población cubana.
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